Estás en Madrid, ya tienes lo más importante. El primer paso lo has dado, y ahora vas a dar otro más valiente aún; descubrir Madrid en un solo día.
No sé la razón de por qué pasas un día en Madrid, pero no te voy a cuestionar, lo que sí voy a hacer es alabarte y darte las gracias por querer descubrir una de las ciudades más importantes del mundo.
Da igual la duración, da igual el clima, lo importante son tus ganas de sumergirte en la historia, el ocio y la cultura de Madrid. Ven con nosotros y te enseñamos las claves para descubrir Madrid en apenas un día.
Descubre Madrid en un día
Muy bien, ¿estás listo para verlo todo? Bueno, a lo mejor, todo todo no, pero lo máximo posible. Vamos a llevarte por los sitios más emblemáticos de la capital española.
Es cierto que no podemos verlo todo, da igual lo bien conectado que esté todo o lo fiable que sea el transporte público, el cual te recomendamos para distancias medias. El tiempo es limitado, y hemos venido a verlo y darlo todo.
Vamos a comenzar donde comienza todo, donde las carreteras nacionales nacen, el kilómetro cero de la Puerta del Sol. Ya tenemos punto de partida, nuestro kilómetro cero, es el kilómetro cero de toda España.
Ronda de fotos, toca comenzar a crear recuerdos de lugares que ya has visto y conoces casi como si fueran de tu ciudad; la Casas de Correos con el reloj que ves cada fin de año, la estatua del Oso y el Madroño, el cartel de Tío Pepe o la estatua de Carlos III.
¿Eres de los que necesita un café para arrancar el día o algo de comer? ¿Y, además, quieres hacerlo con toda la esencia madrileña? No sufras, hemos pensado en todo, a un paso te encontrarás dos de los locales más míticos de Madrid; La Mallorquina y la Chocolatería San Ginés.
Venga, seguimos, barriga llena, contenta y con ganas de más. Vamos a nuestro lugar emblemático número dos; el Parque de El Retiro. O llegas dando un paseo, o llegas en metro, que sólo hay un par de paradas. La vuelta puedes hacerla andando, cuando vaya cayendo el día.
Una vez sales de la estación de metro, verás la Puerta de Alcalá. Ahí está, ahí está. A ver si consigues el reto de hacerle fotos sin tener ni que parar, así de rápido vamos. Y en el Retiro seguimos viendo auténtica historia de Madrid. El Estanque y el Monumento a Alfonso XII y el Palacio de Cristal son paradas obligatorias, léelo de nuevo, obligatorias. Si quieres o no coger una barca para el estanque, ya es decisión tuya, pero el verlo lo tienes que ver sin ninguna duda.
Paseo por los senderos buscando nuevos tesoros o vuelve a la Puerta de Alcalá para encontrarte con la fuente de Cibeles. Y no pienses que esto va sólo de fútbol, en la fuente de Cibeles se reúnen algunos de los edificios más bonitos de Madrid; Banco de España, el Palacio de Cibeles, el Palacio de Linares o el Palacio de Buenavista.
Seguimos por la Calle Alcalá, toma ya calle mítica, para ir hasta la Gran Vía, más mítica aún. ¿Qué te voy a decir de la Gran Vía? Avenida castiza y madrileña como pocas, con auténticas joyas para tus sentidos, como el icónico edificio Metrópolis, que por cierto se ve fenomenal con una cerveza en la mano desde la azotea del Círculo de Bellas Artes, además de los mejores musicales y teatros del país.
Cuando hayas visto gran parte de Gran Vía, llegarás a Callao, una plaza y parada de metros muy interesantes de ver. Ahora ponemos rumbo al sur, bajamos o bien en metro o bien por Plaza Descalzas hacia nuestra siguiente parada; Plaza Mayor.
En Plaza Mayor y sus alrededores podrás disfrutar de uno de los bocados más madrileños; el bocadillo de calamares. La Estatua de Felipe III, el Arco de Cuchilleros o simplemente la propia estructura de la plaza, son fotos que no puedes dejar pasar.
Vamos a ponernos serios que la cosa se pone interesantes, límpiate la boca del pedazo de bocadillo que te acabas de comer, y vamos a bajarlo echando a andar por Calle Mayor hacia el que es, posiblemente, el edificio religioso más espectacular de todo Madrid; la Catedral de La Almudena.
Aquí no tengas prisa, recréate porque la catedral merece cada segundo que tengas de atención, tanto por fuera como por dentro. Y sí, la barbaridad de edificio que está a su lado es igual de importante dentro de la historia local y nacional. Hablamos, nada más y nada menos que del Palacio Real.
Antes de que apareciera el Palacio de la Zarzuela, esta era la residencia real oficial. Colócate en la Plaza de la Armería, y tendrás a un lado el Palacio Real, al otro la Catedral de la Almudena y en un lateral el Campo del Moro. Un punto inigualable de Madrid, rodeado de historia.
Antes de ir a Campo del Moro, paseo que te recomendamos si te queda tiempo, pasa de largo el Palacio Real, y antes de llegar a su fin, pasa por la Plaza de Oriente y visita el teatro Real. Además, a la espalda del Palacio Real, se encuentran los Jardines Sabatini. Esto es otro rollo, un frenazo en tu frenético día. Paz y tranquilidad en un ambiente cargado de belleza. Aún más si empieza a anochecer.
Vamos hacia el Mirador de la Montaña para ver el atardecer madrileño. Si nos da tiempo, pequeño desvío rápido a Plaza de España, y si vas más justo, da igual, el tiempo se para para ver el Templo de Debod. Este monumento egipcio de más de dos mil años de antigüedad marca el final de nuestro trayecto y nuestro día.
Después de las fotos al templo, toca llegar al Mirador de la Montaña. Y aquí tú decides tu siguiente movimiento; pasear por el parque de rosas, una excursión nocturna por Madrid, volver a Gran Vía y disfrutar de algún espectáculo,… Las opciones son infinitas, y todo lo tienes al alcance de tu mano.